martes, abril 26, 2016

Carmen Lyra, la Orquídea más Roja de la historia política de Costa Rica


Entrevista a Alfonso Chase,
en torno a la influencia que ejerció Carmen Lyra
  a nivel estético e ideológico en la formación  de la política costarricense.


Carmen Lyra, 
seudónimo de María Isabel Carvajal Quesada 
(San José, 15 de enero de 1887
- México, 14 de mayo de 1949)
Escritora, pedagoga y política costarricense de izquierda.

Desde finales del siglo XIX, y conforme el pueblo costarricense, gradualmente comienza a tener acceso a la educación básica y secundaria, despierta la conciencia de la clase obrera y proletaria, iniciándose un proceso de cambio social, y el motor de este cambio, será la lucha de clases. La conciencia de la propia clase social,  el reconocimiento de la propia miseria y explotación, frente a los privilegios y riqueza de unos reducidos grupos de la clase burguesa, es el caldo de cultivo de las luchas sociales que se suscitarán desde inicios del siglo XX, hasta desembocar en la Guerra Civil de 1948.  
Reflexionar sobre la propia historia, es clave, particularmente en un momento en que Costa Rica, se enfrenta a inicios del siglo XXI, a un recrudecimiento de la explotación laboral, a una mayor exclusión social, y teniendo la mayor cantidad de pobres en términos absolutos de toda su historia; aunado todo ello, a un conspicuo cinismo de una corrupta de clase política, que ha instaurado un sistema jurídico-administrativo, orientado a la acumulación de riqueza cuasi-faraónica en una cada vez más reducida oligarquía plutocrática; lo cual es sostenido por un amurallado apartheid de exclusión social in crescendo. 
En medio de este desolador panorama, resulta esperanzador, volver los ojos hacia el pasado y percatarnos, que en nuestra historia hubo hombres y mujeres, que surgieron entre los marginados, y tuvieron el valor de luchar en contra esa explotación humana, por parte de un poder oligárquico entronizado sobre la Costa Rica desde esa entonces. 
Las clases dominantes de Costa Rica, se han vuelto cada vez más reaccionarias, acaparadoras de los recursos sociales y excluyentes de las clases sociales pauperizadas. Se trata de un poder oligárquico que no sólo se ha negado a hacer nuevas concesiones sociales, sino cada vez impone sus cuotas de poder al sector político, para inmunizar cualquier posible cambio jurídico, administrativo o hacendario, que perjudique sus intereses. Una evidente muestra de ello, han sido los éxitos iterativos, para evitar cualquier tipo de reforma tributaria progresiva y con un sentido socialmente distributivo. A la vez, el asedio a los últimos residuos de las instituciones de bienestar social, en lo educativo, en la salud y sobre los recursos energéticos, es cada vez más implacable, en función de una deliberada estrategia de privatización acaparativa
La plutocracia oligocrática que se se ha empoderado en la Costa Rica del siglo XXI, al no tener un contrapeso significativo, al servirse de una fauna política genuflexa de turno, al tener el aparato mediático masivo en favor de sus matrices desinformativas; como también, al tener a su servicio los mismos aparatos coercitivos del estado;  les permite refugiarse en sus mansiones amuralladas, protegidas por un cada vez más grande ejército de seguridad privada; y, desde ahí, decidir, cuáles serán los representantes políticos que les convienen sean electos o cuáles no, cuáles son los grandes negocios que deberán institucionalizarse en la próxima legislatura y cuáles son las instituciones públicas que deben desmantelarse o venderse al mejor postor.
Por ello, los sectores plutócratas, se encuentran obnubilados en su poder cuasi-absoluto y por su cada vez más marcado desprecio hacia las cada vez más indefensas clases trabajadoras, explotadas y pauperizadas en función de sus intereses; y al no tener ningún contrapeso significativo, muestran sin empacho que no les interesa compartir los recursos sociales de la nación costarricense, que cada día acaparan avariciosamente con mayor ímpetu. 
Aquellos recursos e instituciones que aun no han sido copadas por los tentáculos políticos y económicos de los sectores oligocráticos y que se convierten en la excepción, son producto de aquellas reivindicaciones sociales, logradas en otros momentos históricos por las luchas orgánicas levantadas por los sectores excluidos. 
En la historia costarricense, sólo cuando la clase dominante, se ha sentido amenazada por la fuerza reivindicatoria de las masas organizadas, esto es, por medio de las luchas sociales, es que se dieron algunos cambios paulatinos, como los acontecidos en los años 20´s, 30´s y 40´s del siglo XX, que permitieron imponer muy a pesar de los grupos oligárquicos y plutocráticos, reformas sociales, que cambiaron las características de la nación costarricense, e hicieron de Costa Rica, un país más inclusivo, al menos durante unas décadas, aunque eso se volvió a revertir, a fines del siglo XX e inicios del XXI,  en favor de los sectores plutocráticos dominantes.  
Por ello la tensión dialéctica entre el capital y el trabajo, se ha acrecentado en las últimas décadas, permitiendo que la cohesión social de un pueblo desarticulado ideológicamente, germine en brotes dispersos de protestas, que gradualmente van dando organicidad a las clases marginadas y excluidas, lo que se traduce paso a paso en la toma cada vez mayor de su conciencia de clase trabajadora, y que por ende, exige un nuevo tipo de gobernanza, a decir, un inexorable cambio radical, de su situación actual. 
La experiencia histórica, demuestra que los derechos sociales no se imploran, se toman por asalto, en contra de los asaltadores de los recursos sociales, que le pertenecen a toda la nación, a todos sus ciudadanos, y no tan sólo a un reducido sector, que se considera dueño de los mismos y del resto de seres humanos, quienes son sometidos a diversas formas de esclavismo asalariado. 



Una de las figuras señeras en la historia patria, es sin lugar a dudas: Carmen Lyra, o María Isabel Carvajal Quesada, que si Rosa Luxemburgo fue la Rosa más Roja, de las luchas proletarias europeas a inicios del siglo XX, Carmen Lyra, fue sin duda la Orquídea más Roja de la historia política costarricense.  
Carmen Lyra pasa a la historia patria, no sólo por el aporte estético a literatura costarricense, como una de sus representantes más conspicuas, sino por sus luchas sociales, en nombre de la clase obrera.  En 1919 encabeza la lucha contra la dictadura de los Tinoco y en una manifestación de protesta iniciada por las maestras de San José, arenga a la multitud, la cual enardecida termina por quemar el diario del gobierno:  "La Información". Es perseguida por la policía a la cual logra evadir disfrazada de vendedora de periódicos. En 1931 entró a formar parte del Partido Comunista, donde se integró con pasión y con alta exigencia intelectual. Formó, con Luisa González, el Sindicato Único de Mujeres Trabajadoras y propuso la creación de la Organización de Maestras Costarricenses. 
Es la escritora que más cerca está del realismo en sus inicios en nuestro país. Ha sido considerada la fundadora de la narrativa de tendencia realista social en nuestra patria, luego de escribir sus interesantes cuentos: “Bananos y Hombres” y “Siluetas de la Maternal” que le dieron un gran renombre en nuestra patria y en el extranjero. Sin embargo la obra más conocida en su trayectoria literaria es la popular Cuentos de mi Tía Panchita, publicados en 1920 por su gran amigo Joaquín García Monge, y de la cual se han hecho numerosas ediciones. El resto de su obra quedó repartida en periódicos y revistas, entre ellas “Bananos y Hombres” (1933), cuento que inicia, con gran realismo la literatura de las bananeras.
Otras obras suyas son: En una silla de ruedas (1918), Las fantasías de Juan Silvestre (1918), Obras completas (1972), La cucarachita mandinga (1976), Relatos escogidos (1977) y Los otros cuentos de Carmen Lyra (1985).
Los últimos años de su vida se dedicó por entero a la actividad política, destacándose en este campo como periodista expositora de ideas y como hábil dirigente del Partido Vanguardia Popular (comunista). Luego de la caída del gobierno del presidente Teodoro Picado, al concluir la guerra civil de 1948, viajó fuera del país el 23 de abril y se exilió en México ya con su salud quebrantada. Solicitó su retorno, pero éste le fue denegado y el 14 de mayo de 1949 murió lejos de su país. Solicitó su retorno, pero éste le fue denegado y el 13 o el 14 de mayo de 1949, no hay seguridad de cuál de los dos días, murió en el exilio, añorando volver a su tierra, Sus restos llegaron el 20 de mayo y fueron sepultados el 22 de mayo en el Cementerio General de la ciudad de San José.

Paso Llano, San José de la Montaña, 1940.  
En una reunión con un grupo de sus amigos,
entre los cuales se encuentran
Manuel Mora V., Carlos Luis Sáenz, Arnoldo Ferreto, 
Adela Ferreto de Sáenz y Luisa González.



Felices Pascuas y Año Nuevo 
por Carmen Lyra

La Compañía Bananera de Costa Rica y la United Fruit Co, saludan a sus clientes, amigos y al pueblo costarricense deseándoles PAZ, BIENESTAR Y PROPERIDAD en 1944, haciendo votos sinceros por la continuación de sus normas democráticas, que van a la vanguardia de la civilización”.
La anterior leyenda la puede encontrar el lector, en estos días, ocupando páginas enteras de nuestros diarios, a grandes letras. Y precisamente cuando acababa de leer yo estos buenos deseos de la Yunai, hacia nuestro pueblo, vi a un compañero que era conducido al Hospital San Juan de Dios. Era un hombre aniquilado por el paludismo, casi no podía sostenerse en sus piernas y el recuento de glóbulos hecho en un laboratorio, decía que su sangre apenas contaba con un millón de glóbulos rojos, siendo así que el individuo sano cuenta con 4 millones. Con voz agonizante nos dijo que venía arrastrándose de la región bananera del Pacífico, dejando tras sí en el desamparo a su mujer y a sus hijitos. 
Uno de tantos, una de las gotas de la gran corriente de palúdicos que la Compañía nos manda, corriente que desemboca en nuestros hospitales. 
¡PAZ! ¡BIENESTAR! ¡PROSPERIDAD! Eso desea al pueblo de Costa Rica la United Fruit Co. ¿Cuál de los abogados criollos al servicio de la Bananera, redactaría esas frases, tras de las cuales está la realidad de la vida mísera que hacen los trabajadores de la bananera?
¡PAZ! ¡BIENESTAR! ¡PROSPERIDAD! Y en el Hospital, centenares de individuos venidos de la zona del Pacífico, no tienen ni valor de abrir los ojos y la sangre que corre por sus venas apenas si cuenta con UN MILLÓN de glóbulos rojos.
La United hace votos sinceros por la continuación de nuestras normas democráticas. Pero lo cierto es que le ha hecho la guerra, abierta o solapadamente, a la Legislación Social del Presidente Calderón Guardia, legislación que trata de que la democracia no sea solo privilegio de los adinerados sino también de todos los trabajadores. ¿Cómo puede hablar de democracia una Compañía que niega vida decente a los trabajadores y en cuyos dominios se cuentan por centenares los anémicos cuya sangre apenas si cuenta UN MILLÓN de glóbulos rojos? ¿Votos sinceros por nuestra democracia, mientras niega el cedazo a los peones de los bananales y envuelve en papel celofán los racimos que va a exportar, racimos que se volverán dólares en los Estados Unidos? ¡Votos sinceros por la continuación de nuestras normas democráticas, y sus abogados criollos cocinando aquel Reglamento Interno de Trabajo que es un embudo con lo ancho para la Yunai y lo angosto para el pueblo al que desea en páginas enteras de los diarios Felices Pascuas y Año Nuevo! ¡Que se la crea pizote como dice nuestro pueblo! ¡Obras son amores y no buenas razones, mamita Yunai! 
25 DE DICIEMBRE, DIA FERIADO. 
En el Capítulo Tercero del Código de Trabajo, la Sección I está dedicada a explicar lo referente a los días feriados con goce de sueldo. Encontramos allí que el 25 de diciembre es uno de esos días feriados. También los el Primero de Enero, Día de Año Nuevo.
Antes solo los patrones buen corazón daban feriado a sus trabajadores el Día de Navidad y el Día de Año Nuevo. Ahora todos los patrones, quieran o no, tienen que pagarlo aunque sus obreros y sus peones se queden descansando en su casa. Antes era cuestión de buen corazón, una gracia de los patrones, una especie de aguinaldo. Ahora es un derecho adquirido de los trabajadores. El Código de Trabajo considera que es un derecho del obrero y del peón, descansar el 25 de diciembre. Por primera vez en la Historia de Costa Rica, los trabajadores de la ciudad y del campo pensarán: esta noche es Nochebuena y mañana no tendré que ir a trabajar; será un día feriado con goce de mi salario. Es verdad que en algunos lugares, más de un patrón egoísta, de esos que piensan que todo eso de los días feriados y de las vacaciones pagadas es pura vagabundería y tonterías comunistas, encontrarán el modo de burlar la ley y no pagarán el 25 de diciembre a sus trabajadores. Pero de todas maneras ya es un principio y llegará el tiempo en que la gente se extrañará de que hubiera quienes se opusieran a que los obreros del campo y la ciudad gozaran de días feriados y de vacaciones pagadas, como hay patrones que piensan que la gente pobre puede tener por casa un cartón untado de barro, contentarse con arroz y frijoles de mala calidad cocinados sin manteca y que los automóviles no se hicieron sino para los ricos.
  • Tomado del periódico Trabajo, No.571, 24 de diciembre de 1943, p.1 y 4.
 
Caricatura que ilustra las críticas formuladas
 por los comunistas contra Calderón Guardia.  
Periódico ‘Trabajo’, 20 de mayo de 1939, p. 1


Chabela Por Joaquín Gutiérrez

(Te conozco mascarita)

Fueron tus cinco dedos de alga suave
la mano que deseé tanto en mi ausencia.
Tu voz de abeja la añoró mi oído
en tierra extraña.

Si antes pensaba regresar un día
otra vez a la patria, era tan sólo
por irte a ver, por conversar contigo,
tocar tu puerta.

Ahora cierro los ojos y te miro
mi pequeño nidito de gorriones,
rocío de alba, flor de greda pura,
canto de abeja.

¿Dónde los tristes reclinar podrían
ahora sus cabezas si les falta
tu regazo moreno de torcaza,
cojín tan blando?.

No tenías ningún pan y diste tantos,
panecillo tú misma, en el rescoldo.
Somos avaros de lo que dejaste.
Tú, sigues dando.

Dolía tu grito:- ¡Dadme a mi pueblo,
quiero volver, quiero volver, dejadme!
Eras sólo una sombra de canela
hecha pedazos.

Quiero volver decías, y te aventaban.
Tuviste que morir para lograrlo.
Ciega ya para siempre tu mirada
no eras temible.

Volviste y te llevaron los obreros
hasta la tierra en brazos, en tu caja.
Te besaban la frente y sus espinas,
niña dormida.

Moreno caracol, raíz de violeta,
párpado humilde, pequeñita antorcha,
¿dónde te fuiste? Dínoslo, Chabela,
para seguirte.

¿Qué te hace falta? ¿Acaso me recuerdas?
¿Cala la lluvia los terrones grises?
¿Has perdonado ya lo que te hicieron?
¿Estás llorando?

Estas palabras son de enamorado,
nunca he probado un licor tan dulce.
Tanto bebimos de él, tanto bebimos
que lo acabamos.

Que en paz descanses, linda camarada,
y que jamás nos dejes. Y el gran día,
cuando se llene el aire de estandartes
de roja púrpura,

Podrás, tal vez, volver a estar contenta..
Y una noche en que estemos todos juntos,
Manuel y Carlos Luis, Luisa y Calufa,
Guzmán y Arnoldo,

también los que murieron, Federico,
Vaglio, Montiel, la compañera Rosa,
vuelve, regresa y con tu voz más suave
cuéntanos cuentos.

En las calles la fiesta de los pueblos,
la victoria final, pero ninguno
querrá ir y perderse una palabra
de Tío Conejo.

Y si algún hijo de tus enemigos
se va acercando al mágico llamado
de tus maravillosas aventuras:
Déjalo que oiga!



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