lunes, abril 14, 2008

La increíble y triste historia de los TLC´s y de sus neoliberales desalmados


"Si un niño por sus condiciones miserables, muere de hambre al lado de la ostentación de riqueza y abundancia de comida... ese niño ha sido asesinado"


Mapa de distribución de la pobreza mundial:


Los Tratados de libre comercio (TLC) promulgados desde Washington, han sido una pieza de una globalización neoliberal que ha llevado a una crisis sin precedentes a la economía mundial a finales de la primera década del siglo XXI, y que han mostrado como una variante tecnológica refinada y geopolíticamente relaborada, de los patrones pautados durante los procesos de explotación colonialista y neocolonialista por parte de los imperios o de las naciones centrales. Las políticas de globalización neoliberal han fomentado la acumulación de la riqueza en unas pocas manos y el aumento de la pobreza y la miseria en la mayoría de la población del mundo.




























El economista y premio nóbel de la economía: J. Stiglitz, ha expuesto en su libro: "El malestar en la globalización", que de acuerdo con el “Global Economic Prospects and the Development Countries” (2000) del Banco Mundial (BM), "que en 1990 había 2718 millones de personas que vivían con menos de US$ 2 diarios, y en 1998 aumentó en casi cien millones a 2801 millones de personas, mientras que por la otra parte la renta mundial aumentaba en un promedio de 2,5 por ciento anual".
Mapa de la riqueza mundial para el 2015:





Pero ante una crisis económica devastadora para la economía mundial originada y acrecentada por los flujos descontrolados de capitales especulativos y ante la incapacidad de las políticas económicas neoliberales, sustentadoras del fundamentalismo del mercado, de sacar adelante los sectores productivos y comerciales, entonces surge la apremiante pregunta: ¿se han convertido abruptamente los TLC neoliberales, en instrumentos del comercio internacional en vías de extinción?, esto pues, ante la crisis económica (recesión, estaflación, depresión) de EE.UU., emergen situaciones derivadas para los firmantes del "El Tratado de Libre Comercio para la República Dominicana y Centro América" (CAFTA), y que se traducen en interrogantes como:

  • ¿Cómo se van a beneficiar ahora las pequeñas economías centroamericanas?,
  • ¿Cómo se va impedir que disminuya la inversión de EE.UU. en Centroamérica en los próximos años?,
  • ¿Cómo va impedir la disminución del consumo interno ante la disminución de remesas a la población de los países firmantes del tratado?,
  • ¿Cómo va ayudar ante la disminución del consumo en EE.UU. de los productos centroamericanos?,
  • ¿Cómo va ayudar ante la eventual disminución del turismo norteamericano en Centroamérica?
  • ¿Cómo se beneficiará (sobrevivirá) el sector exportador centroamericano (-sectores: agropecuario, agroindustrial, pesquero, textil-) hacia EE.UU. , con la caída del valor cambiario del dólar?
  • ¿Cómo se podrán garantizar los granos básicos para la subsistencia a los consumidores centroamericanos?
  • ¿Cómo podrá subsistir los pequeños productores de granos básicos y cuya infraestructura de producción y comercialización ha sido desmantelada por las políticas neoliberales aplicadas durante los últimos 20 años, frente a la competencia de los granos producidos por los grandes oligopolios agrarios estadounidenses y altamente subvencionados por el gobierno estadounidense?
  • ¿Cómo se podrá impedir el ingreso masivo y comercialización compulsiva de productos alimenticios provenientes de los grandes oligopolios de EE.UU. que aniquilen la producción de alimentos autóctona?
  • ¿Cómo se evitarán la escalada inflacionaria, ante la escalada del petróleo crudo que a su vez se da ante la caída del valor cambiario del dólar?
ALCA, NAFTA, CAFTALos TLC´s son un tipo de puntas de lanza para la imposición imposición por etapas del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). El ALCA en un primer momento fue fraguado como una expansión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA) a todos los países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, excepto Cuba.No obstante el ALCA fue rechazado por parte de algunas de las grandes economías suramericanas. El presidente venezolano Hugo Chávez lo calificó como un tratado de adhesión y una herramienta más del imperialismo para la explotación de Latinoamérica. Como contra-propuesta a este modelo Chávez ha fomentado la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA). Por su parte, Luiz Inácio Lula da Silva presidente del Brasil y Néstor Kirchner expresidente de Argentina, demandan que éste sea libre de verdad, y lo condicionan principalmente a la eliminación por parte de los Estados Unidos de los subsidios a la agricultura, a la provisión de un acceso efectivo a los mercados y a que se contemplen las necesidades y las sensibilidades de todos los socios.Antecedente del ALCA fue el Plan Brady, anunciado en Marzo de 1989, sobre cuya base se erigió el llamado "Consenso de Washington" adoptado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional a instancias de los Estados Unidos, como criterio estricto para el otorgamiento de nuevos préstamos a países endeudados, bajo el eufemismo de "ajuste estructural".
El
Consenso de Washington, formulado por John Williamson, Presidente del Banco Mundial, consistía en tres grupos de recetas:
a. Reducir y revisar el papel económico del Estado disminuyendo ante todo los gastos sociales y desregulando las economías nacionales para permitir el libre juego de las fuerzas del mercado.
b. Apoyar al sector privado mediante la eliminación de subsidios, la liberalización del régimen de inversión de capitales foráneos y la privatización de las empresas públicas.
c. Revisar la política comercial, eliminando todo tipo de tarifas o barreras para las importaciones.
Adicional a esto, la administración Bush, han propulsado la "Iniciativa para las Américas", que es un proyecto que contemplaba la creación de una Zona Hemisférica de Libre Comercio que se extendería "desde el Puerto de Anchorage hasta Tierra del Fuego", concretando la vieja idea del panamericanismo y la doctrina Monroe: "América para los americanos", que para ellos quiere decir América para los norteamericanos y que también revive la doctrina del "Destino Manifiesto", que considera que los EE.UU. son los designados para tener el dominos sobre América y eventualmente sobre el Mundo.Entonces los TLC´s son un tipo de resucitación con respiración asistida del ALCA , que llevan de trasfondo la "Inicativa de las Américas", la doctrina Monroe y la doctrina del Destino Manifiesto. En los últimos años(-como ha sido el caso del TLC con Colombia y el CAFTA.), han buscado imponerse compulsivamente y a acudiendo a cualquier recurso, a los países latinoamericanos, que son considerados por EE.UU. como su retaguardia estratégica, por lo que requieren ser anexados cuanto antes frente a las crecientes turbulencias económicas y políticas que atraviesa la región, producto del agotamiento de las políticas económicas impuestas por la globalización neoliberal.
Los economistas monetaristas de Washington comienzan a obviar la diplomacia o un alevoso y "sutil" manejo mediático de la información, que muestre el comercio con EE.UU. como la extensión "natural" de imperialismo militar triunfante y protector, y que ahora, al sentirse asfixiados económicamente, se abalanzan sin el más mínimo rubor con zarpazos violentos de sus garras (- zarpazos similares, tienen también una larga historia desde lo sucedido en Bahía Cochinos en Cuba, pasando por el planificado golpe de estado de Pinochet, hasta los planes Colombia actuales - ); acciones propias de un Imperio en decadencia, cuya periferia amenaza salir del sistema. De facto los TLC´s se muestran que no son tratados comerciales, sino fundamentalmente de garantías para la libre circulación y protección de los capitales e inversiones estadounidenses y una cabeza de playa para un dominio geopolítico y geomilitar del continente.
Un caso altamente significativo y que se muestra como un no muy buen augurio para el CAFTA, ha sido la aplicación del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) en México, pues, desde la vigencia del NAFTA, el salario mínimo bajo 23% en términos reales (de su poder adquisitivo), los salarios contractuales bajaron 12%, un millón de mexicanos más ganan menos que el salario mínimo y 8 millones de familias han sido sumergidas en la pobreza. La Secretaria del Trabajo (STPS) indica que desde la vigencia del NAFTA se han perdido 1780000 de empleos, 600000 de ellos relacionados con los granos básicos.
Por otra parte, en la zona de las maquiladoras, a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México, el crecimiento de la polución y los desechos químicos, resultado de la supremacía de los intereses comerciales sancionada en el NAFTA, han incrementado dramáticamente las tasas de hepatitis y los defectos de nacimiento.
La experiencia del NAFTA ha demostrado cómo los derechos laborales más básicos y los intereses de las trabajadoras han sido erosionados por estos acuerdos de libre comercio. Las trabajadoras de las maquilas en México tienen salarios por debajo del mínimo, jornadas laborales de más de 12 horas, ausencia de amparo legal, limitación de la acción gremial, condiciones insalubres de trabajo, trabajo infantil. En México después del NAFTA el poder adquisitivo del salario mínimo disminuyó en 50%.
El gobierno de Felipe Calderón ha exaltado el NAFTA, en tanto este hace feliz por sus logros al Presidente G. W. Bush. Las razones para estar feliz por el NAFTA por parte del presidente Bush son obvias. Mientras que todas sus políticas económicas han resultado un total y absoluto desastre, llevando a su nación a la recesión - estanflación más destructiva de su historia, el NAFTA es la única careta económica de sus administraciones para justificar ante el mundo y particularmente ante Latinoamérica la promoción de este tipo de tratados. 





Pero Bush ignora que esta careta, la puede lucir a costa de grandes grupos humanos mejicanos, en particular a costa de los campesinos pobres y miserables que se encuentran al sur del "muro del desprecio".
El NAFTA Y CAFTA, se muestran más bien como estrategias estadounidenses de dominación sobre América Latina y el Caribe y que muestra el profundo menosprecio por la identidad cultural y nacional latinoamericana y caribeña.
Lars Schoultz, de la Universidad de Carolina del Norte, ha demostrado fehacientemente, mediante el amplio uso de documentos diplomáticos confidenciales en archivos norteamericanos, que la creencia en la "inferioridad latinoamericana constituye el núcleo esencial de la política de los EE.UU. porque determina los pasos precisos que los Estados Unidos dan para proteger sus intereses en la región."Si se hace un análisis detallado de las exportaciones de México a EE.UU., en el contexto del NAFTA, se muestra que lo beneficiarios se han concentrado en un grupo reducido: los agroindustriales de la cerveza y del tequila, productores y empacadores de hortalizas y frutas tropicales de exportación, importadores de carnes, granos (con MASECA y Grupo Minsa a la cabeza y sus grandes asociados de su agroindustria se encuentran también Monsanto, Syngenta y Agrobio México (que agrupa a las transnacionales de agrotransgénicos), además de Cargill, Bachoco, Pilgrim's Pride, Tyson.), importadores de frutas e insumos y, también, la industria de gaseosas. Ellos son parte de las mil empresas o personas que han prosperado con el NAFTA, frente a los millones que han resultado ser los "perdedores".Si se ha dado un aumento de las exportaciones mexicanas, estas se ven más que nada en sus estados fronterizos del norte, concentrando la riqueza en algunos reducidos sectores de estas regiones, agrandando el proceso de pauperiazación de la población mejicana, en tanto se ha concentrando la pobreza y la miseria en los estados más pobres del centro y sur del país.



No es gratuito entonces que “75% de la población vive en la pobreza” señala la periodista Naomi Klein en: “Fences and Windows” (Cercas y Ventanas,2002). Y cualquier intento de suavizar la crudeza de los efectos de NAFTA sobre trabajadores en particular o sobre la población mejicana en general es rechazada por los cinturones protectores de los beneficios económicos que fueron pactados de previo en los estipulado en el NAFTA. Así, cualquier medida gubernamental que disminuya las ganancias se considera expropiación de las ganancias esperadas y esto resuelve en instancias internacionales. La mayoría de los sindicatos independientes que luchan por los derechos laborales de los trabajadores, han sido marginados por las grandes empresas exportadoras.
Desde que se ha implementado el NAFTA, los datos muestran como se han desplazado millones de campesinos mexicanos y a muchos trabajadores de pequeñas industrias, que han emigrado a EE.UU., en tanto, el NAFTA devastó la agricultura Mexicana y sacó de sus tierras a 1,6 millones propietarios y peones del agro mexicano, mostrando que este tipo de acuerdos comerciales se orienta al exterminio de la pequeña agricultura.
En los últimos 12 años han muerto más de 4 mil personas que intentaron cruzar la frontera entre México y Estados Unidos de América. En un informe realizado por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), se indica que desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), en 1994, EE.UU. ha triplicado el número de guardias fronterizos para controlar la inmigración irregular; además de que ha incrementado la construcción de barreras para asegurar su frontera, para lo cual ha invertido 30 mil millones de dólares. Sin embargo, la migración no deja de fluir, cifras demuestran que, pese a la estricta vigilancia, el número de indocumentados que cruzan al vecino país se duplicó entre 1994 y 2003 hasta alcanzar un promedio anual de 500 mil personas. En 2007 se expulsó de EE.UU. a cerca de 250 mil mexicanos, en el contexto de una “estrategia que ha tenido amplia aceptación y apoyo por la población de ese país”.
Por otra parte, para la compra de alimentos México eroga US $ 78000 millones, cifra superior a la deuda publica del país. Al concluir el primer bimestre del 2008, la deuda externa neta fué de US $ 42700 millones.Otra gran parte de las exportaciones mejicanas a EE.UU. y Canadá, pertenecen a los mismos oligopolios estadounidenses y canadienses, produciendo y exportando desde suelo mejicano y evitando así fuertes tasas fiscales, legislaciones ambientales rigurosas, que les exijan minimizar los índices de contaminación y un oneroso manejo de los residuos tóxicos, en tanto encuentran una legislación más laxa en suelo mejicano que en EE.UU. y Canadá. Así que, con un cinturón protector de normas contra los derechos laborales, estipuladas en el NAFTA, una legislación ambiental laxa, una serie de políticas monopólicas, un régimen fiscal débil, posibilitó a los oligopolios transnacionales instalados en México, mucho más bajos costos productivos que si se realizara en los territorios de EE.UU. y Canadá., y por ende se convierten en empresas de "alta competividad", sustentantada por una masa de mano de obra mejicana explotada, pero que aun así cubre una parte ínfima de la población mejicana. Adicional a todo esto, la contaminación ambiental a partir del NAFTA, se ha duplicado en México, según indica un estudio de la Universidad de Tufts en Estados Unidos, con consecuencias nefastas para el pueblo mejicano.
En el NAFTA existen disposiciones que tienen implicaciones graves en el medioambiente y que están estipuladas en el capítulo 11 del tratado. Dentro de lo estipulado, se permite a los inversionistas demandar a un estado porque sus regulaciones ambientales interfieren o impiden conseguir ganancias.
Un caso muy ilustrativo de la empresa Metalclad que dirige la basura tóxica. Sus ejecutivos ganaron la suma de 16 millones de dólares debido a que no se le otorgó el permiso de construcción para un basurero. No fué dado el permiso porque no presentó un estudio satifactorio del impacto ambiental. La empresa no pudo operar porque no cumplió con la ley; pero a el Estado mexicano le costó pagarle compensaciones por haber hecho cumplir la ley. Hay 20 casos documentados de demandas basadas en este artículo del TLC con Estados y Canadá.
Recordando la denominada Ley de Gresham que establecía que: "el mal dinero desplaza al buen dinero", el fenómeno del NAFTA en México muestra una variante de esta ley: "el mal capitalismo desplaza al buen capitalismo". Así el gran capitalismo industrial de EE.UU. y Canadá como naciones desarrolladas, trasladan algunas de sus industrias a suelo mexicano para ser "más competitivos", pero no cabe duda que trasladan planificadamente los perjuicios productivos a otra nación, exportan desde esa nación a sus naciones productos que incrementan el consumo interno de sus mercados y por ende aceleran sus propias economías, además estas empresas transnacionales son las que verdaderamente reciben las ganancias, el plusvalor y los excedentes económicos a gran escala y a partir de la explotación asalariada de la mano de obra mexicana, y todo ello tiene ventajas competitivas para los grandes oligopolios y maquilas estadounidenses y canadienses, por espurias que sean.
Los datos también muestran que el crecimiento promedio del PIB de México desde que se estableció el NAFTA en 1994 ha sido un decepcionante 3,1%, y las proyecciones para el 2008-2009, muestran que será menos del 3%, mientras que paradójicamente, Cuba sin TLC y con bloqueo comercial por parte de EE.UU., muestra un crecimiento del 7%.
La crsisis mejicana de la tortilla. Un caso crítico fue la situación que se presentó cuando el gobierno mexicano eliminó el sistema de subsidios a los productores de tortillas en 1999 cuando las importaciones de maíz procedentes de Estados Unidos resultaron más baratas en el marco de lo acordado en el NAFTA. Sin el consenso de la sociedad civil, el gobierno mexicano acordó la liberalización del maíz en este TLC. Bajo sus supuestos, que esta apertura comercial forzaría la reconversión de cultivos hacia productos con mayor competitividad en el mercado internacional. En menos de 10 años, para el 2007 el precio de la harina de maíz -con la cual se hacen las tortillas- había subido hasta un 400%. Los incrementos se debieron al aumento en la demanda de maíz en Estados Unidos -de donde México importa el grano- para hacer biocarburante.Además, el gobierno mexicano eliminó las empresas estatales de regulación que operaban en el sector agropecuario. Se eliminaron muchas de las protecciones existentes para los pequeños agricultores incluso protecciones a la seguridad alimentaria como: los cupones de compra maíz para la gente más pobre, las garantías legales de los precios de los alimentos básicos. También se quitaron las protecciones a la propiedad de tierras locales: derogando el artículo 27 de la Constitución mejicana que restringía la capacidad legal de los extranjeros para la compra de tierra. Por su parte, EE.UU. y Canadá siguen manteniendo fuertes subsidios a sus sectores agrícolas, recibiendo subsidios 20 veces mayores que los campesinos mexicanos.
Esta desregulación agropecuaria en México, fue aprovechada por las subsidiarias de
los grandes oligopolios transnacionales estadounidenses, muchas de las cuales se vincularon a partir de fusiones o compra de acciones con las empresas mexicanas más fuertes.La integración del mercado norteamericano a favor de las transnacionales es un hecho sin precedentes, que se llevó a cabo siguiendo distintos patrones de acuerdo al tipo de producción, pero que en todos los casos significó una transferencia de renta del sector campesino al sector empresarial, con la mediación del Estado. Los mercados de los granos básicos como el maíz, el trigo, el arroz, la soya están controlados por muy pocas empresas transnacionales, subsidiarias de empresas estadounidenses, que participan en ambos lados de la frontera.
Grandes oligopolios transnacionales cómo Del Monte, Nike, Fruit Of the Loom, Ford y otras se han establecido en suelo mejicano y han generado empleos para un reducido sector de la población mejicana y sus salarios no han aumentado en México, mostrando una magnífica oferta de mano de obra barata, que permite extraordinarias tasas de ganancias a estos oligopolios transnacionales y todo ello bajo condiciones de trabajo pauperizantes. Las condiciones laborales no han mejorado para los trabajadores mejicanos a partir del CAFTA y en diversos casos han empeorado. Paralelamente a esto, la producción autóctona ha sido devastada un alto porcentaje de los pequeños negociantes han tenido que cerrar y emigrar debido a la invasión de los productos de EE.UU.
Los grandes oligopolios transnacionales, además, pueden incidir en la fijación de los precios al productor y participar en las importaciones, pueden actuar como monopolios, tal como lo se hizo durante la crisis de la tortilla del 2007, que registró una abrupta alza de precios (entre un 42 y un 67%) al pasar de 6 pesos, a un mínimo de 8,50 pesos, que desplomó el poder de compra de los salarios. La crisis de la tortilla es la muestra del fracaso de las políticas neoliberales para la agricultura y la alimentación, que han impulsado desde hace varias décadas los sucesivos gobiernos mexicanos. La crisis de la tortilla mostró que uno de los supuestos básicos del NAFTA, el de beneficiar a los consumidores, sin importar el sacrificio de los campesinos es una perversa falacia .




La crisis del maíz en México, proyecta su sombra sobre todos los otros productos agrarios, pues a partir de enero del 2008, entró en vigor la desgravación arancelaria de este tipo de productos, procedentes de Estados Unidos y Canadá. permitiendo, según lo pactado en el NAFTA, la plena liberación del comercio de maíz, fríjol, azúcar y leche entre los países firmantes. Esto ha mostrado como con el NAFTA, el país mexicano esta perdiendo su independencia económica y política, a favor de los únicos beneficiarios: los grandes oligopolios estadounidenses transnacionales del sector agrario.

Concentración de la riqueza y aumento de la pobreza y miseria
Datos de organismos internacionales informan que de los 105 millones de habitantes mexicanos, 53 millones se encuentran en un deplorable estado de pobreza e insalubridad que se compara solo con los países más pobres del mundo. De acuerdo a las estadísticas la mayoría de la gente del campo gana menos del mínimo, la mayoría de los de la ciudad gana el mínimo y otra parte gana mínimo y medio; el promedio es un salario mínimo para el 60 por ciento de la población. Pero cerca de 30 millones de mejicanos en las zonas rurales, no llega ni siquiera a una tercera parte del salario mínimo lo que los ubica en el rango de miserables.
La miseria es un problema concreto que se vive a diario y se conserva, por sistema, generación tras generación. Es falta de alimentación, desnutrición, enfermedades y muerte; es no poder ir a la escuela por carecer de ropa, útiles escolares, de comprensión de lo que se enseña. La miseria son padres explotados, desempleados o con pocos ingresos, alcoholizados, analfabetos, con poca instrucción y valores culturales diferentes. Son familias desintegradas por falta de ingresos o por problemas provocados por la misma miseria. No debe olvidarse que la miseria hace manifiesta la marginación, la represión, el desprecio, el racismo contra personas, familias, barrios y colonias.































El problema central es la distribución del ingreso, México es un país con una distribución agregada y desagregada muy mala, incluso existiendo cálculos donde se dice que mas del 50% de la riqueza esta concentrada solo en el 10% de la población. El coeficiente de Gini pasó de 0.43 a casi 0.5 desde 1984, lo cual coloca a México entre los países mas desiguales del hemisferio y del mundo.
México con la mayor inequidad social en entre los participantes del NAFTA:
En el contexto del NAFTA, el gobierno mejicano ha hecho poco o nada por la distribución de la riqueza que ayude a paliar la descomunal pobreza y miseria mejicana. De acuerdo al Coeficiente de Gini, México no solo supera con creces en iniquidad social social a los otros países del NAFTA, sino que se encuentra en el cuarto lugar de los países más iniquitativos del mundo. Según ha informado el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales del 2007, la reducción de la pobreza en México en los últimos años fue la más lenta entre las principales naciones de América Latina. Que entre 2004 y 2006 la pobreza en México se redujo apenas 3 por ciento, mientras en Argentina la disminución fue de 18 por ciento y en Brasil de 8, por citar a las tres mayores economías de la región.

Programa mejicano: "Oportunidades
"
El programa estrella de combate a la pobreza del gobierno mejicano: "Oportunidades", se encuentra enmarcado dentro de lo que es la conceptualización de la pobreza de la ideología del neoliberalismo monetarista, y es la teoría del "colador", es decir, se aumenta la riqueza de una nación, y lo que el colador permita que se cuele de esta riqueza, caerá para paliar el hambre de los pobres y miserables.
Un agravante adicional en el contexto del programa mejicano de combate a la pobreza: "Oportunidades", se ha convertido junto con otros progamas sociales, en un poderoso instrumento para fomentar el clientelismo político.
Diversos analistas políticos mejicanos, consideran que el triunfo electoral para lograr la Presidencia de la República mejicana, por parte de Felipe Calderón, de 0.58 por ciento, sobre su contendor Andrés Manuel López Obrador, se debió al manejo clientelar por el PAN (partido de Vicente Fox y de Felipe Calderón) del programa Oportunidades. Este programa que ha sido implementado por los gobiernos mejicanos desde 1997, en sus orígenes fue concebido para que atendiera a los más pobres ubicados en las zonas rurales, especialmente en las zonas indígenas. No obstante el programa ha ido modificando sus criterios y se ha ido reconduciendo para darle mayor énfasis no a los más pobres, sino a las zonas urbanas, donde evidentemente hay una mayor rentabilidad electoral, la mayor proporción del número de familias cubiertas por Oportunidades está en el municipio de Querétaro capital, y en San Juán del Río, no se los ubica en la Sierra Gorda ni en los municipios indígenas de Amealco de Tolimán, o en el estado de Guerrero, ni tampoco están en toda la montaña de Guerrero, no está en Metlatónoc o en Xochistlahuaca, en Huamuchtitlán, están en Acapulco y en Chilpancingo.

La concepción neoliberal de la pobreza y de la riqueza

















Este tipo de programas para combatir la pobreza por parte de las políticas económicas neoliberales, muestra un perspectiva fragmentaria de las causas sociohistóricas del complejo fenómeno de la pobreza. Esto pues se parte que la riqueza emerge mágicamente del dinero, que es producto de la buena voluntad, de la capacidad de emprendimiento de los individuos. Desplegando trabajo y buena voluntad individual, el dinero crece y produce la riqueza de los individuos.Pero basta con evaluar la historia y los modos de producción presentes en sus distintos períodos, y como se han ensamblado las distintas relaciones de producción para descubrir que la riqueza de las naciones, nunca ha surgido así, mucho menos en el contexto del capitalismo moderno.La riqueza es necesariamente un proceso de acumulación desigual de capital, ante la ausencia de planificación social, y que es el producto de la concentración de los medios materiales de producción en sectores sociales muy reducidos, que permite la apropiación de los grandes excedentes del capital productivo, y que son producto del plusvalor productivo del trabajo asalariado. Es decir, la riqueza es posible sobre la base de la explotación de pequeños grupos de seres humanos con privilegios materiales sobre otros grandes masas de seres humanos con pocos o ningún privilegio material.
En consecuencia, la riqueza engendra la pobreza y el desarrollo el subdesarrollo.
La utopía de una Tierra íntegramente desarrollada no pasa de ser sueño imposible. La pobreza del Sur no se explica por la pereza cultural engendrada en las condiciones geográficas del trópico. Hay de por medio quinientos años de dominio y de explotación de sus riquezas. Oro, azúcar, minerales, petróleo, sin olvidar la acumulación de fuerza humana en los sistemas esclavistas.
Sin embargo, la acumulación basada sobre la desigualdad no es sólo un recuerdo del pasado. La brecha entre países pobres y ricos no ha tendido a disminuir sino que se sigue abriendo como un abismo cada vez mas difícil de rellenar. Tal como lo han entendido no sólo los sociólogos, sino los ecólogos: "El principal problema ambiental del mundo contemporáneo es la creciente brecha entre países pobres y ricos." (Informe Brundtland (Our Common Future, 1987, ONU)).Nunca se reconocerá abiertamente por estos ideólogos del neoliberalismo monetarista y los respectivos medios de la "gran prensa" involucrados, que la inmensa mayoría de los trabajadores son pobres no por no producir sino porque son explotados, porque el producto de su trabajo va a parar en unas cuantos manos de empresarios y políticos.
El fenómenos social de la concentración de la riqueza y de su bárbara dilapidación por unos cuantos, en el contexto de los sistemas de capitalismos oligárquicos, propio de la mayoría de las naciones latinoamericanas, es manipulado e invisibilizado por los órganos ideológicos estatales y por los grandes medios de comunicación colectiva.
Esta explotación de los asalariados y apropiación de los excedentes productivos que genera este trabajo asalariado, lleva a los extraordinarios ingresos de los empresarios y es uno de los factores determinantes del surgimiento de los grandes capitalistas "multimillonarios", o los "cuasi heroicos" supermillonarios.
Los políticos mexicanos en estas danzas multimillonarias juegan un rol secundario. Así, en México los políticos le dan más importancia a sus negocios. Consecuentemente las grandes maniobras de los políticos mejicanos despiertan permanente la suspicacia, como es el caso de la "reforma energética" de Felipe Calderón, que ha tenido como propósito especifico asegurar legalmente la participación y el dominio, hasta ahora ilegal, que los oligopolios energéticos transnacionales, principalmente la Halliburton(-controlada por Dick Cheney, vicepresidente de Estados Unidos, en tanto posee 433 mil acciones de esta-), han estado adquiriendo en el campo energético de México, en petróleo, gas y electricidad.



























No obstante, a pesar que los políticos mexicanos cuando se trata de resolver el problema de la pobreza, consideran que México es un país pobre para lograrlo, pero se muestran complacidos con los altísimos salarios de sus políticos encumbrados (de los más elevados a nivel mundial) y que pueden representar hasta seis y medio millones de pesos al año (casi 600 mil dólares) pero que pasan a segundo término cuando se comparan con los negocios que hacen los funcionarios a la sombra de sus cargos.






Los Amos del Mundo Parte 1



Los Amos del Mundo Parte 2



Los Amos del Mundo Parte 3



Los Amos del Mundo Parte 4

Movimientos civiles y luchas solidarias
La lucha de los movimientos civiles en toda Latinoamérica, debe concentrarse entonces, en lo que alguna vez enunció Marx: "hacer a la miseria más miserable".
Es decir, lograr que las grandes masas de pobres y miserables descubran la explotación despiadada a que son sometidos por los voraces intereses pecuniarios de un reducido grupo de plutócratas y por parte de los grandes oligopolios transnacionales, cuya facturación anual de muchos de estos oligopolios es superior al PIB de muchas naciones del mundo. Los grandes oligopolios transnacionales son los verdaderos dueños del mundo. Por lo tanto, la pobreza sólo podrá acabarse con la lucha social contra quienes son los verdaderos culpables; el neoliberalismo monetarista sustentador de los sistemas capitalistas y de quienes lo representan.
Entonces, no se trata exclusivamente de repartir mejor la riqueza, sino de las posibilidades mismas de la riqueza dentro de una visión integral de desarrollo. La riqueza actual puede y debe ser mejor repartida, tanto entre los pueblos como entre los individuos. Ese es un principio de equidad inmodificable. No obstante la tarea es compleja y muy probablemente se tratará de un proceso que debe ser cuidadosamente planificado y diligentemente peleado, pero se trata del reto ineludible del futuro de la humanidad. Las sociedades humanas del futuro, o se deciden a ser socialmente equitativas y en equilibrio con la naturaleza o no serán.
Esto pues, no es posible extender el patrón capitalista de consumo / desecho / despilfarro de los países industrializados y prescrito por los ideólogos de la globalización neoliberal, a todo los habitantes actuales del planeta. La Tierra, simplemente, no resiste una presión de consumo / desecho / despilfarro semejante, mucho menos en el contexto de las condiciones que exige el libre comercio del fundamentalismo de mercado. Si todos los habitantes del planeta estuviesen consumiendo energía fósil al nivel de los ciudadanos de los países centrales del G8, la Tierra ya hubiese perecido de asfixia. Algo similar se puede decir en relación con la acumulación de toda clase de desechos tóxicos, sobre todo de origen nuclear.Entonces, si se permiten y no se establecen luchas civiles y políticas estratégicamente planificadas en su contra, el precio que estaremos pagando los pueblos latinoamericanos por estos TLC en el contexto de una globalización de perfil neoliberal, será mucho mayor que los beneficios que se podríamos haber obtenido, y más bien desprotegerán a las economías latinoamericanas involucradas del efecto de contagio de la crisis económica más desastrosa de la historia de EE.UU, propiciada por la voracidad del libre capitalismo especulativo de la globalización neoliberal y que marca un punto de inflexión en la historia actual y el ocaso del fundamentalismo de mercado.
Aperturas comerciales y economías socialmente productivas

De acuerdo a la tesis de Balassa-Samuelson, estas aperturas comerciales (que son la careta de los TLC´s-), sí aumentan un tipo de productividad, pero no la productividad total de los factores (PTF), si no meramente la productividad en las ciertas áreas de exportación, mientras que las áreas de consumo interno se mantienen en el mismo nivel de productividad o aumentando marginalmente. ( Samuelson,P., 1964, Theoretical Notes on Trade Problems, Review of Economics and Statistics, volume 23 ).La forma mas apropiada para aumentar la Productividad Total de los Factores(PTF), debe incluir la dupla de Inversión y Dearrollo (I/D), y esto debe iniciarse por medio de la inversión estratégica en una educación socializada de alta calidad, en diversos niveles y especialmente de acceso público (- en este sentido se trata de considerar la educación como una inversión nacional a mediano y largo plazo y no como un gasto-), que incentive un desarrollo de la generación autóctona de ciencias y tecnologías (- incluidas las sociales o humanas-), integradas a fomentar el desarrollo productivo nacional en función de la satisfacción de las necesidades básicas.

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