miércoles, abril 23, 2008

Los TLC´s y las vacas flacas del presidente Arias

























El presidente Oscar Arias de Costa Rica, ha hecho alusión a la metáfora bíblica, que se acerca un período de "vacas flacas" en la economía. Si deconstruimos esta expresión y develamos lo que el galardonado con Nóbel de la paz, ha expresado en el trasfondo de aquello que ha expresado literalmente, salen a relucir múltiples significantes. Se muestra que tiene claro que hay una crisis económica y un desabasteciendo de granos sin precedentes. Se muestra que en el contexto de su tradición cultural judeo-cristiana, sale a relucir el temor ancestral a los "castigos divinos", en particular el atavismo humano ancestral, del terror a la carestía de alimentos, como aquella carestía de granos que le predijo José al faraón en el relato bíblico. No obstante, sale a relucir un temor desesperado incipiente en presidente Arias; -análogo al pánico que muestra en público el presidente de los EE.UU., G. W. Bush, cuando tiene que referirse al desastroso estado de su economía y que con su típica deshonestidad no acepta el irreversible daño que le ha hecho a su país y al mundo entero-. No obstante si deconstruimos su conducta y su congestionado rostro, Bush se muestra que detrás de su obcecada soberbia, en lo personal no la está pasando bien, pues su economía de guerra se encuentra en picada y que ya se encuentran en una crisis sin precedentes. Pero si volvemos al presidente Arias, su expresión revela que “tras bambalinas” y en lo profundo, teme que los dos años de administración que le quedan, se puedan convertir en período de desestabilización social sin precedentes en los últimos cincuenta años en Costa Rica. Pero que además, surge un sentimiento de culpa, pues si llega a darse una carestía de alimentos, él estará como uno de los principales artífices del las políticas monetaristas neoliberales que han propiciado esto, pues han fomentado la tesis neoliberal de la especialización productiva, y por ello no incentivar una producción agraria autónoma e integral, ni de mantener reservas de seguridad, especialmente de los granos y de tener la confianza ciega que siempre se iba a poder importar los alimentos que fueran requeridos.
Pero las condiciones sociohistóricas actuales, muestran lo falacioso de estas tesis, pues en diversas partes del mundo los exportadores de granos y alimentos están reteniendo sus producciones para sus propias poblaciones, por ello, ya comienzan a darse situaciones de desabastecimiento de granos básicos y en poco tiempo habrá carestía y hambre de millones de personas alrededor del mundo, y de la que a Costa Rica nada le garantiza que pueda escapar, como lo haría suponer las típicas actitudes narcisistas y autistas de los ticos, porque confiarían que “la Virgen de los Ángeles los vaya a proteger”.Y si además, si se analizan las causas y consecuencias de la estrafalaria crisis económica de EE.UU., con la caída del dólar, el alza del petróleo, un crecimiento rampante del desempleo, la caída estrepitosa del sector financiero, la contracción de la inversión en el extranjero de los grandes oligopolios, etc., etc.; lo mejor que podría hacer el presidente Arias, consensuar con los diversos sectores sociales costarricenses, soluciones para renegociar el CAFTA (- como lo exigirán los demócratas con todos los TLC´s- ), creando cinturones de protección para los sectores de producción alimentaria, ante el descalabro económico y la crisis alimentaria surgida en el contexto del capitalismo especulativo en EE.UU.





























Se trata de replantear las políticas económicas, resguardando a la población costarricense de eventuales desabastecimientos de alimentos, así como de situaciones críticas en el sector financiero y productivo. Estas políticas económicas requieren concentrar sus acciones en tiempos de una verdadera "emergencia nacional", estableciendo urgentes estrategias para una producción intensiva de alimentos para el mercado interno (- granos, lácteos, carnes - ) y preparar a la población costarricense para las "vacas flacas" que se avecinan, pues es muy probable que se necesiten recursos para subvencionar los precios de los granos y el pan, para que estos sean asequibles a los sectores de menores ingresos.
Pero con el típico autismo de los políticos costarricenses, en un primer momento los funcionarios de la administración Arias intentaron negarla y luego minimizar la crisis alimentaria.



No obstante, ante la imposibilidad de negar las graves situaciones que se presentan en distintas regiones del mundo, ante la crisis planetaria de los granos, en tanto el Banco Mundial hizo un llamado de emergencia, la FAO ha hecho convocatorias a una reuniones mundiales de emergencia y el Programa Mundial de Alimentos ha hecho desesperados llamados de emergencia por más fondos; entonces la respuesta del presidente costarricense Oscar Arias, la da en la "Cumbre Presidencial sobre soberanía y seguridad alimentaria", celebrada en Mayo del 2008 en Managua, Nicaragua, y promulga pomposamente un “plan cuasi-milagroso” para salvar a Costa Rica de la crisis alimentaria.
En esta cumbre, los gobiernos neoliberales de Costa Rica, El Salvador y México se enfrentaron a los países socialistas que se adhieren a la alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), mostrando los neoliberales como Saca(El Salvador), Calderón(México) y Arias(Costa Rica), que ni siquiera frente al hambre mundial de millones de personas están dispuestos a reconocer públicamente que la crisis alimentaria ha tenido su origen en las políticas económicas erradas de la globalización neoliberal auspiciadas desde Washington y por las transacciones financieras especulativas propiciadas por el libre flujo de capitales en el contexto de un "libre mercado".
A pesar de lo pomposo del estilo de Arias, su propuesta se concentra en una fórmula "apaga incendios" orientada a la "fase de producción básica", obviándose otras fases y aspectos de fondo que se requerirían para incorporar integralmente todos los elementos involucrados con el sector agrario que posibilitarían a la producción de granos básicos. Se intenta reactivar en unos pocos meses, todo lo que fue desmantelado sistemáticamente del sector agrario, por más de 20 años de políticas económicas neoliberales, que también promulgaron el desmantelamiento de políticas sociales que soportaron la plataforma institucional de la producción agraria costarricense, como lo fue el Consejo Nacional de Producción(CNP), y que ahora en el contexto del "plan milagroso" de la administración Arias, se intenta revivirlo para que el gobierno pueda intervenir directamente en la importación de granos.
No se reconoce abiertamente que este desmantelamiento del agro costarricense ha sido producto de las mismas políticas económicas que promovió el presidente Arias en su primera administración, y que propició la denominada "reconversión productiva", y que a la vez se consideró más importante tener "reservas monetarias" que "reservas alimentarias". Bajo estos presupuestos ideológicos, se desmanteló la infraestructura agraria costarricense y el soporte institucional que permitía la consecución a los productores de granos, seguros y créditos en un primer momento, y a partir de ello la producción y consecución semillas mejoradas, de abonos, plaguicidas y pesticidas, de la planificación anual de las épocas de siembre y cosecha, de la preparación de tierras e infraestructura y finalmente el empaquetamiento comercialización mayoritaria y minoritaria de los diversos tipos de granos básicos. Las políticas públicas surgidas en el contexto de los gobiernos neoliberales, con su típica miopía, llevaron a la desarticulación social y al desencadenamiento productivo de grandes grupos de pequeños y medianos agricultores. Con el advenimiento de la entrada de la banca privada en Costa Rica, los pequeños y medianos productores quedaron excluidos de créditos por esta banca comercial.
Los ilustrados economistas neoliberales de la administración Arias, se encuentran entre los ilustres ideólogos que promovieron la apertura comercial del CAFTA, que han promovido las políticas de reconversión productiva de la OMC y el Banco Mundial; políticas que propiciaron la desarticulación los pequeños productores granos, y promovieron la importación de granos de los grandes productores mundiales, en tanto resultaba "más barato" importarlos que producirlos. Obviando las gigantescas subvenciones a la producción de estos granos, particularmente en EE.UU. y partiendo del erróneo o perverso supuesto que esta situación no podía cambiar. Estos economistas neoliberales, - de repente -, se dan cuenta que su fundamentalismo de mercado puede llevar a la carestía y al desabastecimiento de los granos básicos, y entonces: "Eureka", se sacan un plan agrario de perfil intervencionista y en contra de las propias tesis de libre mercado, -pero que por lo improvisado del mismo-, se muestra más bien como una fórmula "apaga incendios", que sirve como un paliativo frente a la opinión pública y para que los medios del prensa le laven un poco la cara al gobierno, pero que en poco tiempo las consecuencias de la carestía mundial de alimentos, van a evidenciarse ante la población costarricense y se develará que se necesita algún tipo de "milagro" para lograr reactivar la producción agraria de granos básicos, que brinde una seguridad alimentaria básica y que no lleven a la carestía e incluso al hambre en los sectores económicamente más vulnerables.
La administración Arias requiere "ese milagro" para lograr reactivar la producción agraria en unos pocos meses, que sea capaz de satisfacer las demandas alimentarias de la población nacional. La propuesta "milagrosa" de la administración Arias, ha sido destinar US$70 millones (¢35.000 millones de colones costarricenses) a programas de desarrollo para enfrentar la crisis de seguridad alimentaria que amenaza a Costa Rica. De este presupuesto de emergencia el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA) recibiría una partida por US$15 millones para el apoyo a la producción agropecuaria en asistencia técnica, infraestructura y tecnología. Por otra parte el Gobierno destinará US$15 millones más para ayudas a pequeños parceleros. A esos montos se le sumará una partida de crédito a agricultores de productos básicos y también a la financiación de maquinaria y equipo por US$22 millones. Es decir, el presidente Arias, otrora adalid del fundamentalismo de mercado que sustenta al libre comercio, se volvió "proteccionista", proponiendo una fuerte intervención estatal orientada a la productividad de alimentos básicos y que de acuerdo con este plan "milagroso", se logrará estimular económicamente a los productores de granos, para que en tiempo récord y sin tomarse en cuenta todas las fases del proceso productivo, abastezcan las necesidades de la población nacional.
Particularmente se ha promovido masivamente por los medios de prensa,esta partida de
¢35000 millones de colones, pero no se menciona que el crédito agrícola anual en Costa Rica es de ¢225000 millones de colones.
Por otra parte, con bombos y platillos ante los medios de prensa se exalta una eventual ayuda monetaria para las madres de familia de bajos recursos.
No obstante, por un lado se muestra que este tipo de propuestas son improvisadas y tienen un sesgo claramente electoral, mostrando una planificación administrativamente opaca, pues no se da cuenta de cuántas madres de familia serán favorecidas y bajo qué criterios se las podrá favorecer y qué tanto las estará afectando la eventual crisis alimentaria. Lo que si se muestra de manera evidente, es que esta canalización de recursos del fisco costarricense, servirá de una eventual plataforma para fomentar una nueva variante de clientelismo político para las próximas elecciones, de manera análoga a como se hizo durante la campaña a favor del Sí en el Referéndum, que se realizó en torno a si debía aprobarse o no aprobarse el TLC(CAFTA).El presidente Oscar Arias y su séquito político, promovieron personalmente en actos gubernamentales públicos en distintas regiones del país y todo ello con recursos públicos y ofreciendo beneficios especiales de infraestructura y bonos de vivienda, que se votase a favor de la aprobación del TLC en el citado Referéndum. Esta actuación del Presidente de la República, sus ministros, diputados y séquito en general, violaba la Constitución de la República y las leyes, que prohibían explícitamente su beligerancia política en cuestiones electorales, así como el mismo reglamento que había promulgado el Tribunal Supremo de Elecciones, y prescribía restricciones que fueron violadas impunemente por el presidente Arias. A pesar de todo ello, y de los millones de dólares que danzaron en torno a las presiones para que se votara por el Sí en este Referéndum, y a pesar de todas las anomalías involucradas, y a pesar del apoyo de la "gran prensa" internacional como CNN, y cuyo programas promoviendo la aprobación de este TLC, fue divulgada y retransmitida por los medios televisivos nacionales costarricenses, de manera reiterativa durante los últimos tres días anteriores al Referéndum, en plena tregua electoral(-lo que durante estos días estaba prohibido por el TSE, explícitamente la publicidad para cualquiera de las partes involucradas en esta lucha electoral-), a pesar también de los políticos, juristas y funcionarios públicos que revivieron diversos tipos de prebendas, de los medios de un prensa costarricense reaccionaria, de la presión "tras bambalinas" de los oligopolios transnacionales, del clientelismo con recursos públicos y de todo el conglomerado plutócrata a favor del Sí por el TLC; a pesar de todo ello, lo que se logró fue un pobre y dudoso triunfo por unos 50000 votos de más de los de No al TLC; y más bien los comités patrióticos como movimientos civiles emergentes entorno al No al TLC, dieron muestras de una extraordinaria y sin precedentes capacidad de movilización social en Costa Rica y un gran sector de la población costarricense encontró un punto de inflexión irreversible y un sentido de identidad política, que dará réditos populares en las subsiguienes elecciones.

No obstante, la administración Arias, se ha mantenido en un autismo político que le hizo olvidar también, que su llegada al poder ejecutivo en las elecciones del 2006 fue por una pírrica ventaja de 1,1% , y por medio de burdas estratagemas políticas, ha logrado inmunizarse antes las denuncias civiles, políticas y judiciales que se han hecho en contra de sus funcionarios; pero que se sostienen en la plena confianza de su impunidad, en tanto ha logrado amalgamar en torno a intereses económicos muy poderosos subyacentes, a los cinco poderes de la República de Costa Rica y a los grandes medios de prensa, siempre se manifiestan domesticadamente favorables a lo actuado por la administración Arias. Esto es considerado por muchos analistas políticos como una "dictadura democrática" o un tipo de "dictadura de una mayoría marginal", a la vez que se ha logrado invisivilizar e incluso perseguir con los medios de la Inteligencia gubernamental y por medio de tácticas tanto políticas como mediáticas de criminalización de los disidentes de la políticas neoliberales de la administración Arias.
Con el "plan milagroso" de recuperación del agro costarricense, la administración Arias promueve ante los medios de prensa que se solucionará la eventual crisis de seguridad alimentaria en Costa Rica y que supuestamente se hará en unos pocos meses; también tácitamente se intenta mostrar que lo relevante para el agro costarricense será la producción de los granos básicos como: arroz, fríjoles y el maíz, que son requeridos por la población costarricense para su subsistencia diaria, pero que no estaban entre los "favorecidos" en el CAFTA, y que ya no serán "tan" prioritarios los sectores "favorecidos" por este tratado, como de hecho lo son los productores de caña y sus derivados en los grandes ingenios. Derivados como lo es la gran producción de alcohol que se vende a la Fábrica Nacional de Licores(FANAL), después de prohibirse a esta institución estatal la propia producción del alcohol, por parte del gobierno del presidente neoliberal José María Figueres. Máxime que esta venta de alcohol a la FANAL, favoreció significativamente los beneficios financieros de las inversiones de la familia Arias Sánchez en el gigantesco ingenio TABOGA.
Por darle tanto énfasis a aspectos que son más de relevancia electoral, la administración Arias ha obviado aspectos medulares para una autonomía alimentaria en Costa Rica, pues se ha concentrado en promover parcialmente la etapa productiva y en un forzado esfuerzo para ser logrado a corto plazo (-en tanto le quedan dos años a su administración-), pues la producción agraria carece de un plan de desarrollo propiamente agrario a largo plazo, que permita un encademiento productivo a los agricultores y que garantice la seguridad productiva a mediano y largo plazo a los medianos y pequeños productores.Además en muchos casos será sencillamente imposible revertir el desmantelamiento impuesto al agro costarricense por las políticas neoliberales de reconversión productiva durante los últimos 20 años. No se ha evaluado integralmente cuántos campesinos habrá dispuestos a volver a la producción de granos, ni cuántos perdieron o vendieron sus tierras y dejaron de ser productores agrarios; pues estos campesinos, emigraron forzadamente a los centros urbanos engrosando los anillos de pobreza en sus alrededores, que se convirtieron en improductivos y dedicaron a trabajos informales o a la maquila, que su nueva situación desarticuló sus familias, propiciando en sus descendientes el trabajo infantil, la delincuencia y prostitución juvenil, que inciden a su vez significativamente en el aumento de los índices de criminalidad; todos ellos han sido contabilizados como los "perdedores" por parte de los ideólogos neoliberales, como lo son los negociadores costarricenses del CAFTA, desde sus hoteles de cinco estrellas y bajo la perspectiva "social" que le permiten sus onerosos honorarios y la "puerta giratoria" que les facilita rotar, - cuando así les conviene a ellos y sus autoridades políticas asociadas -, entre la entrada y salida del sector público al sector empresarial, 



o al sector de los oligopolios transnacionales o a instituciones que promueven alevosamente los intereses la globalización neoliberal como: el Banco Mundial, el FMI y la OMC. Pero estos "perdedores" sustentaron alimentariamente por décadas a la población costarricense y hoy ante la crisis alimentaria, se mostrará que son insustituibles y que los perdedores serán todos los costarricenses a causa de la voraz ambición de un pequeño grupo de neoliberales cínicos.










Asimismo, los mecanismo para acceso al crédito y a seguros agrarios se encuentran totalmente entrabados administrativamente y nada garantiza que se vuelvan ágiles y eficientes antes de que se de el primer desabastecimiento de granos en Costa Rica. La producción agraria involucra todo un entramado de elementos, que requieren una planificación a mediano y largo plazo.
Desde la inversión de investigación en la consecución de semillas mejoradas, así como las épocas estacionarias adecuadas para iniciar la siembra y para recoger la cosecha, así como la preparación de las tierras, la importación y selección de los abonos, plaguicidas e insecticidas, la infraestructura requerida para el secado y el almacenamiento de las cosechas, hasta el empaquetamiento y comercialización de los granos. Esto no se logra con planes "milagrosos", requiere muchos años, mucha inversión a mediano y largo plazo, y una amplia variedad de recursos humanos involucrados.
Por otra parte, ante el incremento de los índices inflacionarios y de la caída del poder adquisitivo de los salarios, las primeras oleadas de la crisis alimentaria, desabastecerán a miles de familias costarricenses de la alimentación básica. Los nubarrones inflacionarios en Costa Rica en el 2008 son evidentes.
El Instituto de Estadísticas y Censos (INEC), ha manifestado que la inflación interanual quedó en 10,56%. La canasta de consumo con la que se establece este índice inflacionario, que está conformada por los precios de 292 bienes y servicios, aumentó un 65% en tan solo un mes (Abril-Mayo).El aumento de la pobreza se encuetra directamente relacionado con la aplicación por parte del gobierno de políticas salariales y monetarias. El Dr, Miguel Gutiérrez Saxe, coordinador del informe anual del "Estado de la nación", ha manifestado que, se ha dado un evidente deterioro en los salarios mínimos y el posible incremento en la pobreza, y responsabilizó de esto a la Administración Arias. La suba en índice de precios al consumidor, se comenzó a evidenciar a partir del segundo semestre del segundo año(2007) de la administración Arias, paralelamente a que los los salarios reales iniciaron su caída, hasta llegar a índices negativos en noviembre del 2007. Para mayo del 2008 no se ha calculado aun la perdida real de los salarios, pero se puede predecir que fue significativo dado que la inflación fue de 1,91%. La correlación entre el estancamiento o reducción de salario mínimo y aumento en los índices de pobreza es muy robusta. Según Gutiérrez Saxe, el 73% de la pobreza en los últimos 15 años es posible explicarla por el comportamiento del salario mínimo.
Si a esto se añade que el índice inflacionario repercute por lo menos en un 3% (-inflación subyacente-) más en los sectores de más bajos ingresos, la inflación en la franja más pobre de la población costarricense, rondará por lo menos en 15%. Es decir, si el salario mínimo (-de cobertura familiar-) en Costa Rica es de unos
¢150000 colones ( - aproximadamente US $ 300 dólares - ), es decir unos US $ 10 dólares diarios, pero que las estimaciones recientes muestran que se superará el índice histórico de pobreza sostenida en los últimos veinte años de neoliberalismo y por ello superará el 20%, de la población costarricense, no logra llegar al salario mínimo. Adicional a esto, si se considera que la inflación subyacente en la franja más pobre, disminuye entonces, el acceso a la canasta básica en por lo menos un 15%, y si se añade la devaluación especulativa propiciada por el Banco Central de Costa Rica del valor cambiario del colón costarricense, que incidirá negativamente en el poder adquisitivo de los más pobres, una estimación probable por la extrapolación de estos datos, es que más de 1000000 de costarricenses no llegarán a los US$ 7 dólares diarios para su manutención diaria antes de fines del 2009. Pero si la crisis económica y alimentaria se acrecienta, la clase media se quedará sin ningún tipo de apoyo y caerá aplastando a los pobres que se habrán convertido en miserables (-menos de la tercera parte de un salario mínimo, es decir, menos de US $2 dólares diarios-) y estarán frente a eventuales hambrunas. Así que todo hace prever que si no se garantiza una distribución de alimentos intrafamilia, se presentarán graves casos de desnutrición, malnutrición y miseria extrema, que ya ha comenzado a causar muertes en la población infantil costarricense.Pero si el gobierno interviene para evitar esta crisis intrafamiliar en las franjas más pobres de la población costarricense, o por una parte si brinda alimentos básicos de manera directa, se verán afectados los intereses grandes oligopolios de comercialización de alimentos estadounidenses como: Wall Mart, lo cual entra en contradicción con los compromisos adquiridos en el TLC. ; o por otra, si los apoya permanentemente con fondos de un erario público con un régimen fiscal débil y benefactor de los grandes capitalistas que le han pagado al presidente Arias, tanto su campaña presidencial, como su campaña del Referéndum del TLC, se verá incrementada significativamente la espiral inflacionaria, echando atrás lo poco recorrido y volviendo al punto de origen, esta vez con una población más empobrecida y pauperizada.Otra inconsistencia no resuelta con este plan "apaga incendios", en tanto que esta propuesta por parte de la administración Arias orientada al agro, tiene un evidente perfil intervencionista, entra en conflicto con diversos compromisos asumidos con el CAFTA y algunas de sus leyes de implementación, como lo es la ley UPOV de obtenciones vegetales (semillas) y que más bien amenazan gravemente la agricultura de los pequeños y mediados productores, así como la soberanía y seguridad alimentaria y así como la diversidad de las "semilla criolla”.
UPOV favorece la erosión genética al uniformizar los cultivos, transforma las condiciones socioeconómicas de vida del campesinado e impide el libre intercambio y uso tradicional de la semilla criolla y desdeña los conocimientos tradicionales al mismo tiempo que deja la biodiversidad agrícola en manos de las grandes oligopolios transnacionales de transgénicos como: Monsanto, Bayer, Syngenta, Dupont, BASF y Dow que controlan el total de las semillas transgénicas en el mundo. De la misma manera, los compromisos adquiridos con el TLC, en lo que respecta a la apertura comercial gradual de granos básicos, ante el advenimiento de los grandes oligopolios del comercio mundial de granos como Cargill, ADM, ConAgra, Bunge, Dreyfus, que dominan juntas más del 80 por ciento del mercado mundial, llevarán a que los esfuerzos por lograr una seguridad alimentaria promovida por la producción autóctona de granos, a que los esfuerzos por lograr un autoabastecimiento alimentario, se vendrían muy pronto abajo, pues los pequeños y medianos productores nacionales de granos, desaparecerían definitivamente, volviendo vulnerable al país ante las crisis alimentarias similares del futuro.Por otra parte, y para sorpresa de los sectores financieros promotores del neoliberalismo y de una Banca Privada concentrada en las transacciones que benefician a los pequeños sectores plutócratas de la nación costarricense, ante la crisis alimentaria que amenaza con hambre al mundo, la Asamblea Legislativa en Costa Rica, que ha estado dominado por un grupo de 38 diputados promulgadores del TLC y de sus leyes neoliberales, de manera "milagrosa" aprueba la Ley sobre Banca para el Desarrollo, y que ha sido exaltada como un logro de la administración Arias por a través de todos los medios de prensa. Sorprendiendo así ante los medios de prensa, que los diputados sustentadores del neoliberalismo hayan aprobado una ley de tipo social, tal que los bancos públicos, a excepción del Banco Hipotecario de la Vivienda, Banvhi, deben crear fondos de financiamiento para el desarrollo, financiados principalmente a partir de las utilidades del Sistema de Banca de Desarrollo(SBB).No obstante, está presente un componente político que intenta promover la imagen social del gobierno, ante las crudas leyes neoliberales de la agenda de implementación del CAFTA. Pero lo que se oculta es que en realidad en Costa Rica, ya existía una banca de desarrollo, que es a del Banco Nacional (BN) y que opera desde hace 9 años. De previo por medio de BN Desarrollo ya sobrepasó el monto que estipula la nueva Ley para los Fondos de financiamiento. Esto revela el teatro que representó ante los medios de prensa la aprobación de esta nueva ley, y muesta a todas luces y de una manera bastante burda las intenciones elctorales de esta propuesta de Ley de Banca para el Desarrollo, que puede utilizarse a su vez como una nueva plataforma para el clientelismo político, de antigua data en tradición electoral costarricense.

Por todo ello, el TLC (CAFTA) en este momento de crisis alimentaria y de crisis económica mundial, se convierte en un lastre para lograr una autonomía alimentaria que pueda salvaguardar a la población costarricense de eventuales carestías e incluso hambrunas. Pone en riesgo a los productores nacionales de alimentos, pues con la apertura comercial y al estar hundiéndose la economía estadounidense en una recesión económica, inundarán el mercado nacional con sus productos alimentarios, que serán sobreprotegidos por sus propios oligopolios de comercialización de alimentos como Wall Mart. Además ante la entrada masiva de estos productos a los otros países centroamericanos, las exportaciones costarricenses hacia esos países se están viendo debilitadas significativamente.Este tipo de fenómenos ya se evidencian en países donde ya entro en vigencia el CAFTA como en El Salvador, que la población no está viendo sus beneficios y se encuentra forzosamente más empobrecida en muy poco tiempo, y que incluso ha visto disminuido el acceso a los productos de la canasta básica, y se calcula que el aumento de la malnutrición en estos sectores, disminuyendo en 50% las kilocalorías de consumo diario.Y, ¿qué está haciendo el presiente salvadoreño Elías Antonio Saca al respecto? Todo parece mostrar que nada o prácticamente nada, pues está más interesado en congraciarse con el presidente Bush, declarando a las acciones de las “maras salvadoreñas”, como actos de terrorismo (-¡no se las explica como productos de una iniquidad social creciente¡-); que en la desnutrición y hambre de su pueblo.
No obstante en las campañas a favor del TLC en Costa Rica, pusieron de ejemplo a este país por su aprobación expedita por este tratado y por las políticas de privatización impulsadas en el contexto de las estrategias del neoliberalismo monetarista.
Así que ante esta desesperante situación de la población salvadoreña, promovida por las políticas neoliberales y del CAFTA, se da un grito de cambio político en las próximas elecciones, y así la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN,izquierda) aventaja ampliamente a la derecha gobernante en la intención de voto, tanto para las elecciones legislativas como para las municipales y presidenciales de 2009 en El Salvador, según una encuesta de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).























Entonces, si el nepocrático dúo de los Arias, como los gobernantes de Costa Rica, no quieren revivir una experiencias como la acaecida con los nepocráticos dúos de los hermanos Montealegre en la segunda mitad del siglo XIX y de los hermanos Tinoco a inicios del siglo XX, y evitar las eventuales revueltas sociales en Costa Rica que les haga tambalear su gobierno; es hora que se pongan a desarrollar un plan a largo plazo para lograr la autonomía alimetaria que garantice la alimentación a la población costarricense, y en cómo lograr un consenso político nacional, echando atrás aquellos aspectos del CAFTA que destrullen el bienestar social costarricense, antes de que el “castigo divino” de sus “vacas flacas” no sea remediable.
Por todo ello, si fue posible que hayan revertido políticas económicas sustentadas en su fundamentalismo de mercado, reconociendo tácitamente que se equivocaron en sus políticas económicas, es hora también, que reconozcan que se equivocaron con la aprobación forzada y poco transparente del CAFTA, pues esta ha causado una grave fisura en la cohesión social costarricense, dividiendo a la población nacional, pero que su vez ha enardecido virulentamente amplios grupos sociales dispuestos a levantar luchas civiles en un futuro no lejano, de lo cual los sucesos violentos suscitados por la lucha civil por el acceso social a los recursos hídricos del pueblo Sardinal de Guanacaste, se muestra tan solo como una campanada de aviso.
Además a este tipo de actitudes beligerantes de amplios sectores del pueblo costarricense indignados con las estratagemas políticas de los Arias y de su autismo político de perfil faraónico, se unirán otros grandes sectores sociales, decepcionados por los resultados incipientes de este tratado y atemorizados por la crisis económica y alimentaria suscitada en el contexto de la entrada en vigencia del CAFTA, que comienza a asfixiar a los asalariados y diversos sectores vulnerables de la población costarricense, y finalmente les cobrarán la factura en las próximas elecciones de manera significativa. Es conveniente que los Arias ante las vacas flacas, recapaciten su actitud ante el pueblo costarricense, dado que, -y utilizando otra metáfora teológica-: “este TLC fue engendrado en pecado concebido”, como bien lo saben ellos.








Marcha por el agua en Sardinal








Problema del Agua en Sardinal

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